lunes, 31 de octubre de 2011

Decapitan a madre de sicario

Cancún, Quintana Roo.- Entre la maleza de la autopista Cancún Mérida fue encontrado ayer por la noche el cuerpo sin vida de una mujer… la cabeza no fue hallada. Alrededor de las 20 horas elementos del Servicio Médico Forense (Semefo) se encontraban en la fila compuesta por más de 10 automóviles de la Secretaría de Seguridad Pública y particulares, que bloqueaban el carril derecho de la carretera con destino a Mérida a la altura del kilómetro 288, donde una cinta amarilla con la leyenda “prohibido el paso” marcaba el área. Entre el paraje selvático, un pequeño pasadizo de un metro de ancho, es la entrada del macabro hallazgo; ahí, en las fauces de la jungla se alcanzaban a ver las luces de las linternas en busca del cuerpo. Fuentes al interior de Seguridad Pública indicaron que hay dos testigos que presenciaron cómo un vehículo se detuvo en el lugar, y posteriormente se internaron unos sujetos a dejar el cadáver.  “No sé mucho, sólo se que no tiene cabeza”, dijo un agitado policía municipal, quien ayudó en la búsqueda de la mujer “de unos 30 años”, según los municipales. Más tarde fuentes de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) la describieron como una mujer de 40 años aproximadamente. Pantalón pescador de mezclilla, blusa beige y ropa interior roja fueron las características del ropaje de la occisa, a quien se le vincula con el levantón reportado el pasado miércoles en la Supermanzana 77, se presume que esa mujer, a quien se le reconoce como prestamista, fue quien perdió la cabeza. Posiblemente la misma camioneta Windstar color verde con placas SJB 4094 que se reportó como el vehículo en el que se raptó a Jovita Morales Sarmiento, de 53 años, haya sido usada para tirar el cuerpo que, elementos judiciales presumen, corresponde a la misma persona. La PGJ planeó que hoy al alba continuará la búsqueda en el kilómetro 288, para recuperar la cabeza que no se encontró debido a la oscuridad del lugar, el cual fue descrito por policías que ayudaron a levantar el cuerpo como “un cenote”.

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