miércoles, 28 de septiembre de 2011

Reportaje: Van 11 ataques al penal de Topo Chico este año

Distrito Federal.- El penal del Topo Chico y el personal penitenciario que lo administra ha sido blanco de 11 ataques en lo que va de 2011, en los que se han utilizado armas de grueso calibre y hasta granadas de fragmentación.
La constante violencia de los ataques contra ese centro de reinserción social ha dejado consigo una estela de al menos 25 personas lesionadas y una veintena de muertos, entre inocentes y celadores.
De acuerdo con estadísticas oficiales, contrastadas con información periodística, los diversos hechos violentos que han rodeado al Topo Chico también han dejado 23 custodios detenidos, de una plantilla cercana a 225 para cubrir tres turnos y que cada mes desciende.
Este lunes dos internos fueron asesinados a golpes, presuntamente tras haber participado en riñas distintas por la mañana.
El primero de los occisos fue identificado como Mario Gerardo Liñán Elizondo, de 56 años de edad; quien presentaba golpes en diferentes partes del cuerpo.
Según los primeros informes, alrededor de las 4 horas participó en una riña en la perdió la vida. Por este hecho la Policía Ministerial detuvo a Cipriano Morales Lizcano, quien ya es investigado.
Posteriormente, alrededor de las 7 horas se reportó el deceso de David Omar Villalobos Catán, quien también tenía golpes en su cuerpo tras participar en otra riña.
Capacidad rebasada
El penal debería albergar a 2 mil 994 prisioneros; sin embargo, presenta una sobrepoblación superior a 40 por ciento de su capacidad, pues hay 4 mil 198 internos, lo cual hace difícil mantener el control.
De dicho número de internos, dos mil 29 purgan condenas por delitos del fuero común, mientras mil 637 aún esperan sus sentencias en un juzgado local.
En reiteradas ocasiones el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz y el vocero de Seguridad, Jorge Domenne, aseguraron que se tiene control de los reclusorios; sin embargo, la batalla que libran dos grupos de la delincuencia organizada en Topo Chico hace evidente otra realidad.
En lo que va de 2011 gatilleros de diferentes bandos han puesto en jaque a las autoridades penitenciarias, al grado que hoy, si se escuchan balazos cerca de la zona, se genera gran movilización policiaca.
Este fue el contexto del último suceso relacionado con el penal del Topo Chico, ocurrido el 14 de septiembre, cuando supuestas detonaciones de arma de fuego generaron que varias decenas de uniformados blindaran las instalaciones y cerraran por completo el acceso de calles aledañas.
Días antes, el 25 de agosto, fue atacado el chofer de una ambulancia de ese reclusorio, quien circulaba en su unidad por avenida Zaragoza y pretendía incorporarse a Constitución.
El 9 del mismo mes, pasadas las 14 horas, en una evidente omisión de sus funciones, al menos tres celadores permitieron la entrada a las instalaciones de integrantes de un grupo delictivo, quienes pretendía armar a un reo para que tomara el control del reclusorio y propiciar un motín.
En ese momento falleció uno de los pistoleros y un reo y a las 10 de la noche fue asesinado el encargado de la subversión y uno de sus cómplices.
El 5 de agosto un comando y arrojó una granada contra la caseta de vigilancia del penal. El saldo fue de seis personas lesionadas, cuatro ajenas a los hechos.

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